Llega el verano y parece que todos los mosquitos se focalicen en tu cuerpo para atacarte y hacerte rabiar de picor. Sin embargo, tienen sus motivos para hacerlo. Las que pican son las hembras de mosquito. ¿Y por qué lo hacen? Porque necesitan las proteínas que contiene nuestra sangre para completar el proceso de maduración de sus huevos.
Aunque les sirve la sangre de cualquier mamífero, les resulta más simple atravesar la fina piel de los humanos, dada la facilidad que ello les proporciona para acceder a las venas. Los mosquitos, al picarnos, introducen en nuestro torrente sanguíneo un anticoagulante que les permite extraer la sangre; como consecuencia, nuestro sistema inmunitario reconoce esta sustancia como algo ajeno y la ataca, provocando la inflamación de la zona y la molesta picazón.
Además, algunas personas son alérgicas a las picaduras de mosquitos y otros insectos, por lo que se recomienda la utilización de un repelente antimosquitos como Moskires. Se trata de una emulsión hidratante que contiene aceite puro de Neem, protección solar, vitamina A, vitamina E y aceites esenciales de plantas procedentes de cultivo ecológico como tomillo, citronella, tila, albahaca, limón, lavanda, árbol de té y pachuli.
Debe aplicarse por todo el cuerpo tantas veces como sea necesario, sobre todo en las zonas más expuestas, y masajear hasta su total absorción. Su efecto puede durar hasta 6 horas.
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