Métodos y remedios de la abuela que realmente funcionan

Métodos y remedios de la abuela que realmente funcionan

Métodos y remedios de la abuela que realmente funcionan

El ingenio se agudiza cuando los medios escasean; por eso nuestros abuelos conocen multitud de remedios naturales que ayudan a aliviar los males pasajeros ya que, a diferencia de nosotros, no tenían la suerte de encontrar una farmacia de guardia al lado de casa.

Muchos de esos remedios caseros tienen el aval de centros, sociedades y agencias no solo españolas, sino europeas, por lo que os vamos a exponer algunos de esos métodos que según los expertos realmente funcionan y que en su momento comentaron en La Buena Vida de El País:

– Ajos (corazón): perfecto para la prevención cardiovascular, es beneficioso para el colesterol bueno, malo y total y la hipertensión arterial, previene embolias arteriales, infartos e ictus y útil en resfriados e infecciones respiratorias.

Limón y Jengibre (estómago): el jugo de un limón disminuye la infección causada por un virus estomacal y el jengibre previene los vómitos de las personas que se marean, de los que se tratan con quimioterapia y de las embarazadas.

Clavo (dientes): aplicando un par de gotas de aceite de clavo directamente o en un algodón sobre la zona afectada se logra un efecto anestésico local que dura unas 2-3 horas.

Mostaza (infecciones respiratorias): las cataplasmas de semillas trituradas o harina de la planta de la mostaza aplicadas durante 15 minutos sirven de ayuda para las afecciones de las vías respiratorias y para las inflamaciones osteoarticulares crónicas.

Alfalfa y naranja (anemia): mezclar hojas de alfalfa y zumo de naranja, o lo que es lo mismo, hierro y vitamina C, mejoran la falta de energía y demás síntomas de los anémicos. Eso sí, personas con enfermedades autoinmunes (esclerosis múltiple, lupus) y trasplantados o que estén bajo tratamiento para prevenir el rechazo, no deben tomar dicha mezcla ya que incrementa la inmunidad.

Eucaliptos (congestión nasal y pecho): aspirar vahos de una cacerola con agua hirviendo y hojas de eucaliptos es un remedio reconocido por todas las autoridades sanitarias.