Las vacaciones son fantásticas, no cabe ninguna duda. Pero si tienen algo malo son los excesos. Al no seguir con la rutina diaria, tendemos a alargar las comidas, reposarlas, acompañarlas de extras como alcohol o dulces… Un sinfín de excesos que nos obligan a cambiar el chip una vez recuperamos las costumbres diarias.
Por ello, lo mejor es ayudarse de la pulpa de Aloe Vera para depurar el organismo. Y es que después de que la hoja procedente de plantas de más de cinco años sea cosechada, se ha extraído, triturado, estabilizado en frío y embotellado su pulpa inmediatamente, manteniendo sus propiedades íntegras, elementos activos y contenidos en aminoácidos, oligoelementos, minerales y vitaminas.
Del Aloe Vera, familia del ajo y el espárrago, se aprovecha todo. La pulpa, incolora a no ser que la hoja permanezca durante el proceso de triturado, inodora e insípida, se puede consumir también en forma de jugo. Su alto contenido en azúcares hace que, combinado con agua, provoque una sensación saciante, por lo que cuenta con un efecto prácticamente adelgazante. Pero además mantiene el aporte energético suficiente por sus vitaminas y minerales.
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